domingo, 25 de noviembre de 2007

Cómo jugar contra el campeón

por GUSTAVO GARCIA (Olé)


Gran planificación, enorme estrategia. Así Racing le pudo empatar al campeón, evitando una goleada. Lo principal fue anular a Montenegro. Mucho juego, gran visión, enorme despliegue. Resultó un esfuerzo sobrehumano tratar de seguirle el ritmo al Rolito. Bastía y Romagnoli estuvieron a punto de quedar en estado catatónico. Menos mal que desistieron, hubiera sido una muerte por aburrimiento. Para emparejar las cosas, Costas decidió meter a Arrieta. ¡Sí, la Fiesta de la Nieve! Después ganó al controlar a Sosa. A Franco. El tucumano fue el abanderado de la solidez defensiva junto con el Negro Cabral. Le sobra testosterona, podría repartir en la vereda de enfrente. En tercer lugar, anular al temible goleador. ¿Denis? No, para eso bastan dos autitos chocadores, él solito se los lleva puestos. Hablamos de Guillermo Rodríguez, el del milagroso empate en el baile del torneo pasado. Y lo hizo. Por último, y no menos importante, asegurarse de que el distinto no cambiara el partido cuando ingresó. Por eso el técnico puso marca doble sobre Pusineri. Los hombres designados a la ardua tarea fueron el mismo Pusineri y la mascota de la Academia (¿no había un muñeco más feo y amanerado para elegir?).Por último, mis respetos a los hinchas de Independiente. Le pusieron color, cantaron (¡hasta con ingenio!) y alentaron. Algo aprendieron de tanto estar en el Cilindro. Ahora, ¿hacía falta ovacionar al Rolito? Y bueno, hay cosas que no cambian.

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