(por el Lic. Juan Carlos Priora)Soy partidario de la conciliación y no del enfrentamiento, de la cooperación y no de la competencia, pero enemigo de la desmemoria. No me anima resucitar viejas antinomias, pero no puedo permitir que se siga falseando la historia.
Leí la noticia que comentó el episodio Nº 10 de la temporada 19 de “Los Simpson”, en el que se alude al Gral. Perón como dictador y a que hacía desaparecer gente. También escuché el reportaje que se le hizo al Sr. Lorenzo Pepe, ex diputado peronista, acusando al guionista de desconocimiento de nuestra historia. Nunca me tomé tiempo para mirar esa serie, aunque mis hijos me insisten para que lo haga. De todas maneras vi, en los noticieros, los avances de las escenas cuestionadas por el Sr. Pepe. ¡Por supuesto que en los gobiernos de Juan Domingo Perón no se registraron las atrocidades cometidas por Hitler, por Stalin ni por los gobiernos militares (1976-1983)! Sin embargo, seamos honestos y aceptemos que entre 1948 y 1955 sí hubo dictadura, cierre de diarios en todo el país, amordazamiento de los medios, persecución de opositores, tortura y algún desaparecido también. Ejemplos: 1948: El dirigente obrero de los frigoríficos Cipriano Reyes (1906-2001) y once de sus seguidores –pertenecientes al Partido Laborista que no se “convirtieron” al naciente peronismo- fueron detenidos y brutalmente torturados. Reyes estuvo preso hasta 1955. En febrero de ese año es apresado y torturado el estudiante Ernesto Mario Bravo. Los golpes le provocaron conmoción cerebral. Abril de 1949 son detenidos obreros telefónicos que se oponían a la unificación totalitaria del gremio. Hombres y mujeres por igual fueron torturados y violentados por el comisario Lombilla y su ayudante Amoresano de la Sección Especial de Investigaciones, sita en Urquiza 556 de Capital Federal. Lombilla se jactaba de ser protegido por Perón. En 1953 son detenidos y torturados 11 ciudadanos en Capital Federal. Los torturadores fueron los “famosos” hermanos Cardoso, el comisario Benítez, el subcomisario Olavarría y el Tte.Cnel. Osinde, director de coordinación general. El 17 de junio de 1955 fueron detenidos en Rosario,60 opositores; entre ellos se encontraba el médico y dirigente comunista Dr. Juan Ingallinella. Éste murió a consecuencia de las torturas y su cuerpo fue ocultado. El caso lo aclaró, valientemente, la intervención federal peronista en la Provincia de Santa Fe. Además, entre 1946 y 1955 Perón aplicó la Ley 4144 conocida como Ley de Residencia, dictada en 1902 durante el gobierno de Julio Argentino Roca, para reprimir a los obreros y sindicalistas extranjeros, generalmente anarquistas. Perón no sólo los deportó, sino que los entregó a dictadores como Antonio Oliveira Zalazar de Portugal y Alfredo Stroessner de Paraguay. Otros detenidos ilustres fueron los Dres. Alfredo Palacios, Pablo Lejarraga, Julio César Martella (socialistas) y Ricardo Balbín (preso nueve meses durante 1950 en la cárcel de Olmos), etc. Otro detenido y torturado, que está vivo, fue el Dr. Félix Luna. Ejemplos como estos se dieron en todo el país. Sin hablar de los que optaron por el exilio.
Por lo tanto, que el Sr. Lorenzo Pepe no se escandalice por lo dicho en la tira de los Simpson. También tendría que hacerse cargo por los crímenes cometidos por La Triple “A” (dirigida por el Ministro de Bienestar Social, José López Rega) y por los Montoneros, todos peronistas y protegidos por el Gral. Perón. ¡Hay que tener memoria completa, no parcial!
Leí la noticia que comentó el episodio Nº 10 de la temporada 19 de “Los Simpson”, en el que se alude al Gral. Perón como dictador y a que hacía desaparecer gente. También escuché el reportaje que se le hizo al Sr. Lorenzo Pepe, ex diputado peronista, acusando al guionista de desconocimiento de nuestra historia. Nunca me tomé tiempo para mirar esa serie, aunque mis hijos me insisten para que lo haga. De todas maneras vi, en los noticieros, los avances de las escenas cuestionadas por el Sr. Pepe. ¡Por supuesto que en los gobiernos de Juan Domingo Perón no se registraron las atrocidades cometidas por Hitler, por Stalin ni por los gobiernos militares (1976-1983)! Sin embargo, seamos honestos y aceptemos que entre 1948 y 1955 sí hubo dictadura, cierre de diarios en todo el país, amordazamiento de los medios, persecución de opositores, tortura y algún desaparecido también. Ejemplos: 1948: El dirigente obrero de los frigoríficos Cipriano Reyes (1906-2001) y once de sus seguidores –pertenecientes al Partido Laborista que no se “convirtieron” al naciente peronismo- fueron detenidos y brutalmente torturados. Reyes estuvo preso hasta 1955. En febrero de ese año es apresado y torturado el estudiante Ernesto Mario Bravo. Los golpes le provocaron conmoción cerebral. Abril de 1949 son detenidos obreros telefónicos que se oponían a la unificación totalitaria del gremio. Hombres y mujeres por igual fueron torturados y violentados por el comisario Lombilla y su ayudante Amoresano de la Sección Especial de Investigaciones, sita en Urquiza 556 de Capital Federal. Lombilla se jactaba de ser protegido por Perón. En 1953 son detenidos y torturados 11 ciudadanos en Capital Federal. Los torturadores fueron los “famosos” hermanos Cardoso, el comisario Benítez, el subcomisario Olavarría y el Tte.Cnel. Osinde, director de coordinación general. El 17 de junio de 1955 fueron detenidos en Rosario,60 opositores; entre ellos se encontraba el médico y dirigente comunista Dr. Juan Ingallinella. Éste murió a consecuencia de las torturas y su cuerpo fue ocultado. El caso lo aclaró, valientemente, la intervención federal peronista en la Provincia de Santa Fe. Además, entre 1946 y 1955 Perón aplicó la Ley 4144 conocida como Ley de Residencia, dictada en 1902 durante el gobierno de Julio Argentino Roca, para reprimir a los obreros y sindicalistas extranjeros, generalmente anarquistas. Perón no sólo los deportó, sino que los entregó a dictadores como Antonio Oliveira Zalazar de Portugal y Alfredo Stroessner de Paraguay. Otros detenidos ilustres fueron los Dres. Alfredo Palacios, Pablo Lejarraga, Julio César Martella (socialistas) y Ricardo Balbín (preso nueve meses durante 1950 en la cárcel de Olmos), etc. Otro detenido y torturado, que está vivo, fue el Dr. Félix Luna. Ejemplos como estos se dieron en todo el país. Sin hablar de los que optaron por el exilio.
Por lo tanto, que el Sr. Lorenzo Pepe no se escandalice por lo dicho en la tira de los Simpson. También tendría que hacerse cargo por los crímenes cometidos por La Triple “A” (dirigida por el Ministro de Bienestar Social, José López Rega) y por los Montoneros, todos peronistas y protegidos por el Gral. Perón. ¡Hay que tener memoria completa, no parcial!
(Juan Carlos Priora es Profesor de historia, tiene 68 años, y reside en Entre Ríos hace 24 años.)
Bibliografía específica consultada:
Andrada, Ovidio. Palacios. El socialismo romántico en la Argentina. Buenos Aires:
Centro Editor de América Latina, 1984 (Historia de América en el siglo XX,
fascículo Nº 17).
Luna, Félix. Encuentros. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1996.
Monteverde, Mario. “Balbín, preso”. Todo es Historia. Año XV, Nº 174 (Noviembre
1981), pp.8-29.
Page, Joseph A. Perón. Primera parte (1895-1952). Buenos Aires: Javier Vergara, 1984.
Raffo, Julio. “El caso Ingallinella”. Todo es Historia. Año XXIII, Nº 267 (Septiembre
1989), pp. 50-52.
Rodríguez Molas, Ricardo. “Torturas, suplicios y otras violencias”. Todo es Historia.
Año XVII, Nº 192 (Mayo 1983), pp. 8-46
Andrada, Ovidio. Palacios. El socialismo romántico en la Argentina. Buenos Aires:
Centro Editor de América Latina, 1984 (Historia de América en el siglo XX,
fascículo Nº 17).
Luna, Félix. Encuentros. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1996.
Monteverde, Mario. “Balbín, preso”. Todo es Historia. Año XV, Nº 174 (Noviembre
1981), pp.8-29.
Page, Joseph A. Perón. Primera parte (1895-1952). Buenos Aires: Javier Vergara, 1984.
Raffo, Julio. “El caso Ingallinella”. Todo es Historia. Año XXIII, Nº 267 (Septiembre
1989), pp. 50-52.
Rodríguez Molas, Ricardo. “Torturas, suplicios y otras violencias”. Todo es Historia.
Año XVII, Nº 192 (Mayo 1983), pp. 8-46
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con tu nota, que no es más ni menos que la verdad.
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