Estamos en Semana Santa y recordamos el gran sacrificio de Dios al entregar a su Hijo Jesús para que sea hostigado y asesinado como un pecador, aunque nunca haya tenido mancha alguna.
Escuchá la canción, leé la traducción y dejá que el Espíritu Santo hable a tu corazón. Aceptá a Cristo, El dio su vida por vos. No es solo una historia de niños. Pasó en Jerusalem hace unos 20 siglos. Pero lo mejor de todo no es la crucifixión. No estamos celebrando la muerte de un profeta o de un líder político. El verdadero significado de por qué recordamos esta fecha es que no existe la tumba de Jesucristo. Tal vez exista un lugar donde el Hijo de Dios haya reposado un par de días. Pero no fue vencido por el aguijón de la oscuridad. El resucitó y venció al maligno. Fue todo parte de un plan perfectamente ejecutado durante toda la historia de la humanidad. Pero todavía no termina la historia...
Aunque parezca que el mal se apodera de este mundo, no te olvides que Cristo ya venció a la maldita serpiente. No tiene más nada que hacer el ángel oscuro en este mundo. Solo está dando sus últimos manotazos de ahogado. No te confundas, el Bien va a triunfar. El partido no terminó, pero el resultado ya lo sabemos. Solo queda saber si vas a festejar o no al final de los 90 minutos...
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