domingo, 2 de julio de 2006

¿Ahora que hacemos con las banderitas, gorros y camisetas que compramos?


Se terminó. Y pensar que estuvimos caminando por el filo de la gloria durante todo el partido. Yo no lo quería decir antes, para que no me tilden de mala onda, pero era casi imposible que ganemos. Hubiera sido una hazaña, como Uruguay en el ’50 dejando mudo el Maracaná. O nosotros mismos viendo por tele en el ’90 como el San Paolo de Nápoles quedaba en silencio gracias al atajapenales Goyco (mil veces viniste a mis pensamientos el viernes…). Fíjense: organizadores del torneo, con estadio lleno, árbitros malos, muchísima presión, y además están jugando bien… Pero no estuvimos ni cerca de perderlo con los alemanes, en ningún momento. Es más, tuvimos todo de nuestro lado: 80 minutos de superioridad, 58% de tenencia de la pelota, mejor juego, etc. El único que no estaba con nosotros era Lubos Michel, el árbitro eslovaco. Obvio, no pretendíamos que nos favoreciera con sus fallos, solamente que no nos perjudicara. Pero, muy disimuladamente, y de a poquito, fue inclinando sus decisiones a favor de los locales. No quiero entrar mucho en este tema, pero la verdad es que ¡cobró todo para ellos! Tal vez los errores más graves fueron no sancionar falta y tarjeta contra Klose cuando le aplicó el rodillazo en las costillas al Pato, y, obviamente, el penal que le hicieron a Maxi. Solo dos momentos, pero que influyeron mucho en el resultado. La tarjeta al agresor de nuestro arquero no hubiera cambiado el desarrollo, pero hubiera entregado justicia. El penal a “La fiera” Rodríguez hubiera sido el 2 – 1 para evitar alargue y penales. Pero, ¿quién en su sano juicio hubiera cobrado un penal en el último minuto, contra el local, y con 70 mil hinchas borrachos gritando? Señor Michel, usted se ha ganado un lugar en la vidriera de los más odiados en Argentina, justo al lado del uruguayo-mexicano Codesal (¿se acuerdan? Italia 90, Alemania, final, minuto 42, penal para ellos…) ¡¿Nunca para nosotros che?!
Volvamos al motivo de esta nota: ¿y todo lo que compramos pensando en la final? Y no solamente nosotros, bastante deprimidos deben estar los vendedores callejeros de banderas y los “hermanos” mesiteros de “La Placita” (alusión solo válida para Posadeños), que se habrán comprado varios lotes de mercadería celeste y blanca. Acá van mis ideas:
En agosto tenemos mundial de básquet, donde también estrenamos medalla de oro olímpica. Tenemos muchas posibilidades y un gran equipo.
Así como Gaudio se dejó perder (en realidad está haciendo eso desde principios de año…je) en Wimbledom para ir a ver Argentina-Alemania a Berlín, los futboleros podríamos apoyar a la “Legión” y hacer fuerza para que en septiembre le ganemos a Australia por la Davis y así llegar otra vez a la final… ¡con Croacia mirando por Direct TV! Ljubicic no existís.
Ya en el 2007, tenemos mundial juvenil (¡vamos por el hexa!) y Copa América.
Si quieren guardar los elementos tribuneros… en el 2008 están los Juegos Olímpicos de Beijing, donde llegaremos para defender nuestras medallas doradas en fútbol (si, ¿alguien se acordó que éramos los mejores?) y básquet.
Eso si, espero que la misma cantidad de banderas que vi la semana pasada en las casas y autos, estén todavía hasta el domingo que viene. No nene, nada que ver con la final que va a ganar Alemania (sic sic)… es 9 de julio, ¡día de nuestra independencia che!

No hay comentarios.:

Visitas

Seguidores