Decile al Creador lo siguiente (leela en voz alta o decilo a tu manera, no importa la forma, Dios te escucha igual):
"PADRE nuestro, que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre en nuestra Nación. Venga tu reino sobre Argentina.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en todos los que habitamos en este país. Danos hoy el pan nuestro de cada día. Perdona nuestros pecados de soberbia, corrupción, inmoralidad, egoísmo, materialismo, violencia, mentira, y toda clase de injusticia; como también nosotros perdonamos a los que nos han hecho mal. No nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal. Amén."
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