Las primeras rondas de Roland Garros dejaron buenos momentos con argentinos como protagonistas. Lástima que esas "sorpresas" se quedan casi siempre en primera o segunda fase.La primera sorpresa fue Leonardo Mayer, quién debutó en París viniendo de la Qualy, y le ganó a al yanki James Blake, 16º preclasificado.
La revelación sigue siendo (todavía) Maxi González, el tandilense. Junto con Delpotro son los únicos argentinos que quedan entre los varones. En primera venció al estadounidense Fish y en segunda al italiano Seppi.
De todos los sudamericanos, José Acasuso se merece un párrafo aparte (literalmente hablando). En su match por segunda ronda le tocó pelearla con el gran Roger Federer. A priori uno pensaba que el posadeño debía conformarse con jugar con un grande, televisado en vivo y en la cancha principal del torneo. Pero no se quedó solo con eso, sino que jugó en gran nivel y pudo derrotar al suizo. Tuvo un set point en el tie break del primer set, que terminó perdiendo más tarde. Ganó el segundo jugando muy bien y en el tercero lo pasó por encima a Rogerio... aunque finalmente también se le fue. Si, parece mentira que estuvo 4-0, 5-1, y con un 5-2 sacando para el set, incluyendo otro set point que desperdició.
Es evidente que se quedó sin piernas y que ese momento fue aprovechado psicológicamente por el que muchos creen que sigue siendo el mejor del mundo. Lo cierto es que no pudo o no supo cerrar dos sets que le podrían haber dado un apullante resultado de 3 a 0.
Hay que destacar lo bien que jugó Chucho... ¡si hasta corrió! Estuvo extrañamente movedizo, rápido, preciso y con un alto porcentaje de su primer saque. Esa es la alegría, que haya demostrado que puede jugar muy bien y que su talento está intacto.
Para finalizar, lo hacemos con sus propias palabras, que resumen perfectamente lo que vimos hoy con tanta emoción: "Lo importante es que recuperé mi juego, pero no lo pude definir", dijo tras caer ante Federer.
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