domingo, 18 de junio de 2006

Jogo bonito para el Día del Padre


Argentina mete miedo (ahora). Argentina goleó y dio una muestra de buen fútbol. La paliza que se comió Serbia y Montenegro (¡y eso que son dos países!) fue histórica en los mundiales para nuestra selección. También es la más grande en lo que va de esta Copa del Mundo. Pero sobre esto no hay mucho que agregar. Ya sabemos que todos jugaron bien. Los que entraron la metieron (3 cambios, 3 goles). Fue el partido ideal. Es muy aburrido para comentar. Incluso la única pálida, la salida de Lucho González, permitió que Cambiasso defina el gol mejor gestado del año. Entonces, ¿sobre qué hablamos? No podemos agregar nada que no se haya dicho, escrito o mostrado desde el viernes. ¿O si?
En realidad, algo digno de destacar es que los Serbiomontenegrinos… ¡son nuestros hijos! Volvamos al 2004, Atenas, Juegos Olímpicos. El debut de la selección fue contra el mismo equipo de la ex Yugoslavia. ¿Cómo salimos? Ganamos. ¿Cuánto? 6 a 0. ¡Siiiiiiiii! O sea que el gol de Carlinhos, el viernes, fue el “match point” (¿la entendieron?, je, con un poco de cultura tenística…). Aquella vez fueron dos de Tévez, Chelito Delgado, Kily, Heinze y Rosales. Ese fue el comienzo del camino al oro olímpico.
Ahora, en básquet también les ganamos en Atenas. Los serbiomontenegrinos (¡que linda palabra!) venían con la mitad del título mundial. En Indianápolis 2002, el quinteto de Yugoslavia nos ganó en la final del torneo. Ya como Serbia y Montenegro, llegaron a Atenas como candidatos. En el debut argentino le dimos una lección de básquet con… ¡un doble en el último segundo! ¿Se acuerdan esa imagen de Manu cayéndose mientras el reloj marcaba 0 y la pelota en el aire se metió en la red? Im – pre – sio – nan – te. Y también era el inicio de la senda dorada.
Conclusión: los…, jeje, tipos estos, aunque junten dos países, no tienen forma de ganarnos. ¡En ningún deporte! O sea, nos dieron el mejor regalo del Día del Padre. Una goleada en Alemania 2006. Gracias hijos.

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