domingo, 11 de junio de 2006

Los nervios del debut (¡de ellos!)


Menos mal que eran debutantes absolutos en Copa del Mundo, si no… ¿se acuerdan de Italia ’90, Camerún, etc.? Las estadísticas previas eran muy divertidas: dos columnas, de un lado Argentina con 14 participaciones, 2 trofeos y 4 finales; del otro lado Costa de Marfil con 0, 0, 0, 0, 0, 0. Para que vean que todas las elucubraciones previas estaban de más. Tanto se habló de todo, que lo mejor fue que se haya jugado el primer partido. Así dejan de hablar de la delantera, de Pekerman, de Drogba, de cuántos jueguitos hizo Messi en el entrenamiento, de que Ustari es buen wing derecho, de lo que desayunaron, almorzaron y cenaron cada día, de la cumbia que escucha Tévez y todas las demás pavadas que se hablaron en las interminables transmisiones en vivo desde Alemania. Ahora podemos hablar de fútbol.
Tampoco vamos a analizar tanto, pero algunas cosas se pueden sacar en limpio. Primero, tengo que reconocer que Crespo me tapó la boca una vez más. No juega nada, pero logró el primer grito argentino. Y Saviola les cerró la boca a varios periodistas, pero si leen más abajo, se van a dar cuenta de que, para mí, era indiscutido. Del resto del equipo, no hay mucho para decir. La única alarma está en la derecha de la defensa. Burdisso (ahora lateral) alternó malas y buenas, pero nunca dio seguridad. Más me preocupó al ver la victoria de Holanda, que aunque también ganó con lo justo, tuvo en el volante por izquierda Robben a su gran figura. Justo por el lado del inseguro ex central de Boca.
Al DT no se lo puede criticar mucho. Si bien pasamos susto al final, ganamos merecidamente. Solo se equivocó con el cambio de Lucho por el “Pibito”, que era para aguantar el resultado, pero no tuvo éxito, ya que al ratito se pusieron 2 a 1 y terminamos sufriendo… nada extraño para un hincha de La Academia como yo. Lo que se le puede dar como un acierto es la no inclusión de Messi. En un partido casi definido, con jugadores muy grossos de físico y duros para marcar, no tenía sentido arriesgarlo al nene. Mejor lo guardamos sanito para la próxima… o tal vez recién para Holanda.
Ahora nos queda aguantar (con gusto) las largas transmisiones en directo y los datos idiotas que tiran los periodistas para justificar las horas y horas de satélite. ¿No escucharon la gran información del “día después”? Si, es cierto, ¡el kinesiólogo se afeitó el bigote! Qué buen dato. Y bue, no aflojen, que hasta el 9 de julio no paramos.

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